Al parecer, en un momento determinado, uno de los jóvenes comenzó a pedir auxilio mientras se bañaba, al notar que era arrastrado por la fuerza de la corriente, en torno a los 13 metros cúbicos por segundo, sin que los esfuerzos de sus compañeros pudiesen hacer nada por evitar que finalmente desapareciese de su vista.
Los ríos, como piletas en movimiento que son, aumentan la peligrosidad de morir. Hermanos ecuatorianos, asegúrense de hacer pié.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¿Qué hacían estos hermanos migrantes bañándose a las 9 de la mañana? ¿No sería que volvían de tomar? SI TOMAS, NO TE MOJES
Roddy
Publicar un comentario